En ocasiones, y erróneamente, el proyecto de
arquitectura se entiende como un evento aislado de la creatividad y que
ésta surge de manera “espontánea”, casi como por arte de magia. De ahí
que nazcan productos sin sentido del pasado, es decir, “alejados de la
arquitectura histórica y que intentan aislarse de ella”.
La
novedad acrobática y autocomplaciente de gran parte del panorama de la
arquitectura actual, producida por la sobrexposición mediática de la
profesión, ha tenido como resultado el empobrecimiento de la propuesta
arquitectónica, señala Alejandro Guerrero, integrante del Centro para la
Cultura Arquitectónica y Urbana (CCAU).
Leer más en la página de El Informador